LA DELEGACIÓN DEL GOBIERNO EN LA RIOJA Y LALA VIOLENCIA DE GÉNERO.
- El objetivo es poner en común los medios y
recursos de cada uno para la realización de cursos, talleres e iniciativas
formativas en la lucha contra esta lacra en el ámbito de las nuevas tecnologías
y nuevos tipos delictivos.
- Tanto Fernández Maestu como Bueno han
destacado “los daños psicológicos y emocionales que provoca el ciberacoso” y la
necesidad de colaborar entre ambas instituciones para trabajar precisamente
desde la prevención.
La Delegación del Gobierno en La
Rioja y la Asociación
Mujer y Tecnología de La Rioja y la Obra Social Ibercaja
han firmado esta mañana un convenio de colaboración entre ambas instituciones
en materia de violencia de género y el uso de las nuevas tecnologías y las
redes sociales.
La presidenta de la Asociación Mujer
y Tecnología de La Rioja, Mª Ángeles Bueno, y la jefa de la Unidad de
Coordinación contra la Violencia sobre la Mujer, Olga Fernández Maeztu, han explicado
esta mañana en la rueda de prensa la importancia de estar al día sobre los
nuevos avances tecnológicos para poder atajar y responder a los nuevos delitos
que se producen bajo el paraguas del supuesto anonimato que aporta Internet,
especialmente contra las mujeres y las menores de edad.
Mediante este convenio, ambas entidades se
han comprometido a la puesta en común de los medios y recursos necesarios para
llevar acciones conjuntas.
Una de las primeras iniciativas se basará en
la realización, por parte de la Asociación Mujer y Tecnología de La Rioja, de
talleres formativos y divulgativos dirigidos a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad
del Estado en los que se analizarán, entre otros temas, la huella y la
identidad digital, la importancia de configurar adecuadamente la privacidad en
las redes sociales, cómo recoger información, detectar abusos y denunciar
delitos y malas prácticas que se cometan en Internet.
Olga Fernández Maeztu ha señalado que “los
casos que involucran violencia contra las mujeres relacionada con la tecnología
tienen especial incidencia sobre los jóvenes y adolescentes. Los agresores
utilizan teléfonos móviles e internet para acechar, acosar y vigilar los
movimientos y actividades de las mujeres. En especial”, ha proseguido Maestu, “usan
los servicios de localización de los teléfonos celulares, obtienen contraseñas
y vigilan los mensajes de texto y las llamadas entrantes. También usan TIC para
obtener y distribuir fotos y grabaciones íntimas y sexuales de mujeres sin su
autorización”.
Por su parte, Mª Ángeles Bueno ha subrayado
que “la violencia contra las mujeres ejercida a través de la tecnología forma
cada vez más parte de los casos de violencia que sufren las mujeres. Además de
en las calles y en nuestros hogares, las mujeres y las niñas enfrentan peligros
y riesgos específicos en internet, como son la persecución y el acoso en la red,
las invasiones de la privacidad con la amenaza de chantaje, vídeos de
violaciones como virus y, para las mujeres jóvenes en particular, la
diseminación de vídeos con escenas de sexo que obligan a las sobrevivientes a
revivir el trauma de la violación sexual cada vez que se publican en línea, a
través del teléfono móvil o de alguna otra manera”.
Estas formas de violencia, que ocurren por
medio de la tecnología, causan también daños psicológicos y emocionales,
refuerzan los prejuicios, destruyen las reputaciones, causan pérdidas económicas
y plantean obstáculos a la participación en la vida pública. Las denuncias y
respuestas a estas violaciones son generalmente limitadas y el daño y el abuso
se comprenden poco. La tecnología afecta a las mujeres tan gravemente como
otras formas de violencia.
