Los socialistas de Calahorra recuerdan que hace un año que
se inauguró la rehabilitación de este edificio y que costó más de 440.000
euros.
“Ayer hizo un año que
se inauguró la Casa Santa”. Esas han sido las palabras con las que esta
mañana la concejala socialista Guadalupe
Carramiñana ha comenzado su denuncia pública sobre la situación en la que
se encuentra el emblemático edificio calagurritano. Las ha realizado a los pies
de la obra de rehabilitación que realizó en Consistorio calagurritano en 2010 y
en compañía de la también concejal socialista Cristina Cabañas. Ambas han denunciado no sólo la situación actual
de la instalación, sino también la falta de previsión para su gestión.
Carramiñana ha comenzado destacando la forma en que se
inauguró esta obra que se realizó por un coste de 442.385,16 euros con cargo al
Plan E del Gobierno de España. Sin embargo, según ha indicado la socialista, a
la inauguración acudieron el alcalde local, Javier Pagola, y el consejero de
Presidencia del Gobierno de La Rioja, Emilio del Río, quienes estuvieron
acompañados por el Grupo Municipal del PP y representantes del Ayuntamiento de
Santander. “No fueron invitados al evento
ni el Grupo Municipal Socialista ni el entonces delegado del Gobierno, José
Antonio Ulecia”, a pesar de ser una inversión del Gobierno central.
Posteriormente las críticas se han centrado en la gestión
del edificio. Según ha dicho Guadalupe Carramiñana, el resultado de la
rehabilitación del edificio son 200 metros cuadrados de un inmueble que podía
utilizarse como “inmueble de usos
múltiples”. Incluso se habló de crear un “Centro de Interpretación de los Santos Mártires en 2010”, algo que,
como puede verse, no se ha llevado a cabo y que no ha servido para lograr el
propósito que decía tener el Ayuntamiento para esta obra “que dinamizaría la actividad turística de la ciudad”. Objetivos que
no sean conseguido porque con el proyecto de rehabilitación “no se pensó quién atendería el centro”,
sino que se optó por “traspasar la
responsabilidad de este lastre a la Cofradía de los Santos Mártires”, una
asociación calagurritana que no ha podido hacer frente a las peticiones del
Ayuntamiento. “No tienen medios
suficientes y no se pueden hacer cargo de mantener esta estructura todo el año”.
Por lo que, los socialistas se preguntan si no hubiera sido más efectivo “invertir menos en la rehabilitación y pensar
en la forma de gestionarla”.
El resultado de todo esto es que, un año después, “la Casa Santa sigue cerrada, sin saberse muy
bien cuál va a ser su función” y con el riesgo de que “pase a convertirse en uno de los edificios de la ciudad que poco tiempo
después vuelven a convertirse en una ruina”.
El Grupo Municipal Socialista no sólo ha denunciado la
situación del edificio sino que ha propuesto algunas soluciones para
revitalizarlo. La primera de ellas ha sido ofrecer la gestión a “varias asociaciones juntas”. Esta
especie de ‘mancomunidad’ podría servir para compartir el peso económico y de
personal del edificio y trabajar para que sea un “lugar activo y de atracción de la ciudadanía”. Algunas de las
asociaciones a las que podría ofrecerse esta posibilidad serían la Cofradía de
los Santos Mártires, Amigos de la Historia de Calahorra y la Asociación de
vecinos del Casco Antiguo.
Por otro lado, el grupo opositor también ha pensado en la
Casa Santa como edificio sustituto de la Ermita de la Concepción, ya que este
último se encuentra cerrado temporalmente por problemas estructurales que están
sometidos a estudio por los técnicos municipales.
Cristina Cabañas ha añadido a las palabras de su compañera
que la Casa Santa es “otro ejemplo de la
falta de eficiencia e ineptitud del Gobierno del PP”, que ha dado lugar a “un edificio vacío de contenido y que no se
sabe qué hacer con él”.
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