OPINIÓN:
La variable “terrorismo” se cuela e irrumpe de lleno en la campaña electoral
del 20N compartiendo protagonismo con la economía y el empleo
Alegría, con análisis
En
el día de ayer, ETA anunciaba en esperada intervención el “cese definitivo de la actividad armada”.
Por
nuestra parte, alegría por cuanto creemos que las intenciones, predisponen.
Pero
también prudencia por todo lo que viene a continuación.
Las
reacciones fueron, son y serán múltiples y muy variadas, algunas de ellas
sorprendentes.
Llegan
desde todos los frentes y flotan en todos los soportes, incluidas las redes
sociales que empiezan a anticipar y vaticinar el uso político general que se
avecina.
Tentación
difícilmente resistible para algunos políticos, sobre todo para quienes a priori,
tienen las de perder en los próximos comicios y pudieran ver la ocasión como un
clavo ardiendo al que asirse. Desde ayer ya hay muchos y numerosos ejemplos en La Rioja.
Pero
hoy no toca concretar y confiemos en que estos excesos de uso partidista del
anuncio del fin de ETA sean debidos a un lógico desbordamiento de ilusión por
la noticia, unido a un atisbo de esperanza en que los ciudadanos vean algo
diferente a la primera preocupación ciudadana reflejada en los últimos datos
del CIS: el empleo, o mejor dicho, el paro.
Antes
de emitir nuestra opinión, repasemos algunos hechos objetivos tenidos a tener
en cuenta.
El anuncio de la
decisión del cese definitivo de la actividad
armada de ETA se produce con estas características:
Comienza como supuesta
consecuencia inmediata de la resolución acordada en la Conferencia
Internacional celebrada el pasado día 18 en San Sebastián en la que se
internacionaliza el papel de ETA en
España y Francia.
Se realiza el 20 de
octubre, justo un mes antes de las elecciones generales de 20 de noviembre, por
lo que la variable ETA irrumpe en la campaña electoral de manera tácita,
consciente y manifiesta. Expresamente hablan textualmente de “iniciativa de
gran trascendencia política”
El comunicado es leído
en español por tres personas encapuchadas que levantan el brazo izquierdo al
final de la lectura gritando “Gora Euskal Herria Askatuta!, Gora Esuskal Herria
Sozialista!
La declaración no pide
perdón a las víctimas asesinadas ni a sus familias. Sí un reconocimiento y
homenaje a sus compañeros fallecidos, exiliados o encarcelados.
El texto justifica lo
realizado hasta la fecha: “la lucha de largos años ha creado esta oportunidad“
La declaración parece
que condiciona el concepto “...definitivo...” del cese de la actividad armada al
posterior diálogo con los gobiernos de España y Francia, incluyendo la frase de
que “en adelante, el camino tampoco será fácil”
Por último, incluyen
conceptos y términos de “esperanza”, “responsabilidad”, “valentía”… y realiza
un llamamiento a la sociedad vasca para su implicación.
Poco
se sale del guión habitual de ETA salvo el concepto “definitivo” que como otros conceptos será discutible y ampliamente
discutido, pero que en todo caso, con ETA adquiere siempre la dimensión de “relativo”.
Ahora
vayamos al asunto.
Como
refleja nuestro título, parece que el pico de adrenalina social del “fin de ETA” dejará paso sosegado a las
preguntas más lógicas.
Y
todas van a ser en el terreno político
¿Y
por qué se produce el anuncio ahora?
¿Cómo
influirá, si lo hace, en la decisión de los españoles el próximo 20N en las
elecciones generales?,
¿A
qué obliga este anuncio al próximo gobierno que salga de las urnas?
Y
vuelve a abrirse el melón de las conjeturas
Y
seguro que se abrirá el melón de la confrontación política, muy a nuestro
pesar…
Y
en nuestra modesta opinión, todo se hubiera evitado
si
esta declaración de ETA se hubiera realizado hace mucho tiempo,
sin
tipos encapuchados que levanten el brazo al final de la actuación asustando a
niños de siete años que ven por casualidad la noticia,
si
se hubiera realizado lejos de unas elecciones que recuerdan, salvando las
distancias, a otras “interferencias terroristas” en procesos electorales,
también
hubiera sido interesante que se hubiera pedido perdón a las víctimas y a sus familias,
que
no hubiera condición ulterior de que España y Francia ratifiquen la decisión que
siempre debió ser unilateral y definitiva,
que
no hubiera habido una anestesia social en forma de Conferencia con
complicidades mediáticas,
que
se hubiera escenificado una entrega real de las armas y una entrega de
terroristas,
y
sobre todo,
sobre
todo….
…Que
hubiera sido una SORPRESA, lejos de
ser previsible y poder llegar a pensar que pudiera existir un guión al servicio
de intereses diferentes al de “la tranquilidad
de que los terroristas no maten más”.
Me
niego a sustituir la frase “la
tranquilidad de que los terroristas no maten más” de la frase anterior con el
término “PAZ” porque me he dado cuenta a tiempo de que no había una guerra.
Unos
morían, otros mataban.
Deseamos sinceramente que de una manera o de
otra, con guión o sin guión, ETA no mate
más y desaparezca.
Javier Larrea
para El Titular de La Rioja