Martínez-Portillo resalta que la importancia de la
rehabilitación del edificio radica en su simbología histórica para la ciudad,
más que en el uso que se le den a las instalaciones.
Al hilo de las declaraciones realizadas en días previos por el
Grupo Municipal Socialista de Calahorra sobre la situación de la Casa Santa,
inaugurada hace un año y aún cerrada (información
aquí), esta mañana el concejal de Urbanismo y portavoz del Equipo de
Gobierno, Luis Martínez-Portillo, ha
querido trasladar a la opinión pública la postura de su grupo sobre el tema.
Lo primero que ha destacado Martínez-Portillo al respecto ha
sido la actitud del PSOE local, una actitud que ha calificado de “sorprendente”. Y lo ha hecho tras
recordar que fue durante la alcaldía del PSOE en Calahorra, concretamente hace
17 años, cuando se produjo el derrumbe de este edificio “donde estuvieron encarcelados los Santos Mártires antes de su martirio”
y, por aquel entonces, “nadie hizo nada”.
A esto se suma la solicitud realizada en el pasado Pleno ordinario, celebrado
el lunes 27 de febrero, de la edil socialista Cristina Cabañas, que en un momento del debate sobre el nuevo
reglamento de la Guardería Municipal ‘Santos Mártires’ “propuso cambiar el nombre al centro por otro más laico”. Dos
situaciones que contrastan con su interés por el funcionamiento del nuevo
edificio.
En cuanto a la postura del Equipo de Gobierno sobre la
rehabilitación del emblemático edificio y que continúe cerrado a día de hoy, el
concejal calagurritano ha adelantado que actualmente se está llevando a cabo un
proceso de “negociación para pulir un
convenio entre el Ayuntamiento y la Cofradía de los Santos Mártires” en el
cual se refleje la fórmula de gestión de las instalaciones. Un contrato que
está marcado por las circunstancias económicas actuales. “Es muy difícil que ninguna asociación asuma la gestión de un lugar como
éste. Por ello, la negociación no está siendo fácil con la Cofradía, a pesar
del interés de ambas partes”.
De dicho convenio, Martínez-Portillo ha adelantado que
incluirá aspectos como el pago de seguros, tanto del continente como del
contenido de la Casa Santa; los días de apertura del centro; la finalidad de
las instalaciones; los gastos corrientes y en qué medida son asumidos por cada
parte… Una serie de formalidades en las que ya están trabajando desde las
concejalías de Hacienda y Cultura.
En relación a la finalidad de la Casa Santa, el portavoz del
Equipo de Gobierno calagurritano ha destacado que “lo importante del edificio es que se trata de un espacio simbólico y
que debería seguir unido a la memoria histórica de nuestra ciudad y de nuestros
Santos, una memoria histórica que a algunos no les parece importante”. Sin
embargo, no ha dado importancia a la funcionalidad en sí de la obra, motivo por
el cual se encomendó su gestión “a esta
asociación que está ligada a los Santos Mártires y que se trata de poner en
valor el edificio y las actividades vinculadas a ellos y a la historia romana
de la ciudad”.
En cuanto a la proposición socialista de utilizar la Casa
Santa como sustituto de la Ermita de la Concepción mientras ésta permanece
cerrada, Luis Martínez-Portillo ha respondido que primero se esperarán los
resultados de los estudios geotécnicos de la Ermita y luego se pensará en ello.
A su vez, ha defendido que sea el salón de plenos el lugar de celebración de
las bodas civiles y eventos similares, “ya
que es el lugar más emblemático y más digno para ello”.
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